GARABATO DESCONTROLADO:
2 años, el bebé empieza a dibujar sus primeros trazos, pero aún no sabe que puede dominar esos trazos y hacer con ellos lo que quiera. Se despista con facilidad y no siempre mira al papel mientras dibuja, por lo que tan sólo estará unos pocos minutos dibujando. En esta etapa los garabatos no pretenden representar nada, sino que sirven para el desarrollo motor del niño, siendo una actividad física más que psicológica. El bebé comprende que dibujar es algo agradable, y cada vez disfruta más con el movimiento.
GARABATO CONTROLADO: Sobre los 30 meses, el niño empieza a darse cuenta de que hay cierta relación entre los trazos del papel y sus movimientos, por lo que garabatea con más entusiasmo e intenta variar sus movimientos. El niño empieza a desarrollar su capacidad mano-ojo y a situar sus dibujos en un espacio. Los colores aún no tienen importancia, puesto que sigue siendo una etapa muy física.
GARABATO CON NOMBRE: Entre los 3 y 4 años comienza una nueva etapa de mucha importancia en el desarrollo del niño. Ahora empieza a dar significado a sus dibujos ("Éste soy yo en la piscina", "He dibujado a mamá y a papá paseando conmigo"), aunque nosotros no podamos reconocer nada. El pensamiento del niño está cambiando, pues ahora es capaz de controlar sus movimientos y dibujar lo que pretende. Dedica más tiempo a sus dibujos y sus garabatos cambiarán de forma notable. Ahora están mejor distribuidos en la página y a veces incluso intentará escribir cosas.
PREESQUEMÁTICA: Niños de 4 a 7 años Desde los 4 años hasta los 7 años, el niño alcanza la cumbre de la evolución de su garabateo. Ahora los trazos tienen formas reconocibles y normalmente lo más dibujado serán figuras humanas. Ahora, mejor que nunca, pueden apreciarse pequeños matices con los que podremos comprender varios aspectos de su vida, desde la situación familiar hasta traumas. Los colores van Etapas del dibujo infantil siendo cada vez más fieles a la realidad, aunque como en la etapa anterior muchas veces simplemente escoge el color que le apetece según lo que quiere expresar. Sus dibujos son mucho más ordenados, les dedicará más tiempo y será más constante en su tiempo de dibujo, sin apenas distracciones.